Día 3: Florencia

El día había amanecido nublado y dichas nubes nos iban a acompañar durante todo el día, intercalando ratos de lluvia.

Florencia es una ciudad con infinidad de museos e iglesias, prácticamente todos de pago, así que nosotros nos hicimos una pequeña lista de los que queríamos ver.

Comenzamos con la IGLESIA SANTA MARIA NOVELLA (entrada 3’50 €), que está muy cerquita de la estación de trenes; muy bonita por fuera y por dentro. No se pueden hacer fotos.


Cerca de allí se encuentra la FARMACIA PROFUMO en Vía de la Escala 16, nos costó un poco de encontrar porque prácticamente no se ve. Actualmente es una especie de farmacia museo, en sus diversas salas se pueden encontrar perfumes, productos de belleza, productos para la salud, etc. Se pude visitar tranquilamente y está bien, además es gratis.



Después pasamos por el PONTE VECCHIO para verlo de día y hacernos unas fotitos.



Continuamos hacía la PIAZZA DELLA SIGNORIA y bueno aunque el día estaba feo, por lo menos no llovía.







Luego pusimos rumbo a IGLESIA SANTA CROCE (entrada 5 €) muy bonita por fuera, en su interior hay enterrados muchos históricos como Galileo y Miguel Ángel. Aquí si se podían hacer fotos.




Ya se iba acercando la hora de comer, así que estuvimos un rato paseando a ver qué encontrábamos, y al final nos decidimos por Osteria de Peccatori (Piazza San Firenze, 14) un lugar bastante concurrido de gente; nos pedimos una ensalada para los dos y un plato de pasta para cada uno, un postre y dos cervezas; nos costó 36 €, nos gustó bastante, los platos estaban buenos y eran abundantes.

Decidimos subir al mirador que hay sobre la ciudad (el que intentamos ayer), durante la mañana habíamos preguntado en una Oficina de Turismo donde paraba el 13, y el sitio que nos dijeron fue donde habíamos estado. Cuando llegamos a la parada evidentemente no vimos ningún cartel relativo a dicho bus, así que preguntamos y al final nos dijeron que por obras le habían cambiado la ruta, una chica nos dijo que nos subiéramos en el mismo que ella y ya nos avisaría para bajar y coger el 13, ya hacía más adelante. Para un bus que se usa en Florencia, la verdad es que en la Oficina de Turismo ya se podrían informar.

Para llegar de la ciudad a San Miniato por el centro pasa el bus 13, que hace un recorrido circular, y en sentido inverso lo hace el 12.

Por cierto informar que el billete de bus costaba 1’20 € y que se podía comprar en cualquier “Tabaccherie” lo que vienen a ser nuestros estancos, y también en quioscos. También hay un billete que lleva 4 y que vale 4’70 € que no es que te ahorres mucho pero va en un solo ticket. Los billetes se validan al subir al bus y son validos durante 90 minutos.

Llegamos al mirador en PIAZZALE MICHELANGELO sobre las 5 de la tarde, soplaba un viento fresquito pero por lo menos no llovía, y las vistas son una pasada; yo me atrevería a decir que para mí lo más bonito de Florencia. Nos recreamos un buen rato.





Unas cuentas fotos más.





Allí muy cerquita se encuentra la Iglesia San Miniato dei Monte, que según teníamos apuntado cerraba a las 5’30 así que a paso ligero nos plantamos allí en un momento; la iglesia es bastante bonita, y además es gratis, se podían hacer fotos pero estaba muy oscura.



Luego volvimos al mirador un poco más, la luz ya había bajado bastante y empezaba a caer la noche, esa imagen de Florencia es muy bonita; pero como al salir por la mañana del hotel no habíamos cogido el trípode, pues ya no pudimos hacer más fotos en condiciones. Si el tiempo nos hubiera acompañado nos hubiéramos quedado un rato más, pero empezaba a chispear y allí hay pocos sitios para refugiarse.

Nos fuimos al bus, también el 13 que pasaba antes, bajando pillamos lo que en Florencia debe ser hora punta y el atasco fue monumental, pero como íbamos sentados hasta echamos una cabezadita.

No sé cuánto tiempo después, llegamos cerca de la estación de trenes y ya hartos del bus nos bajamos. Aprovechamos para buscar los autobuses que van a Siena por si queríamos ir el viernes.

Pusimos rumbo como en el día de ayer a “Tartan Jock” (Corso dei Tintori, 41) que se convirtió en nuestro pub, cuando llegamos y abrimos la puerta, estaba completamente lleno, y es que resultó que estaban haciendo fútbol en directo, jugaba la Fiorentina (que es el equipo de fútbol local) contra el Inter.

Nos colocamos en un rinconcillo como pudimos, pasamos un rato la mar de divertido, porque no veas cómo lo viven, son auténticos. Cuando el partido finalizó nos quedamos solos, y descubrimos una buena costumbre que habíamos leído, y es que en muchos bares por la tarde sacan una especie de buffet de tapitas, había pan con aceite, trocitos de pizza, papas, cacaos, otras pequeñas frivolidades y hasta macarrones; ayer lo vimos pero estábamos un poco desubicados, pero vamos las vergüenzas de ayer ya nos las cobramos este día; con decir que ya no fuimos a cenar por ahí, compramos unos bocatas y ya está.

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